Frankie Muniz retoma su papel del agente, mientras que Hannah Spearritt interpreta el interés amoroso de Banks y Anthony Anderson como su compañero.
Una vez en Londres, Derek le presenta a un colaborador muy extraño, quien le provee a Cody varios dispositivos de elaboración propia para facilitar su misión, entre ellos unos caramelos de menta explosivos.
Más tarde, Cody llega a Scotland Yard, donde es interrogado por un oficial, pero Emily (que además es agente del MI 6) interviene para liberarlo.
Más tarde, Díaz le implanta el software de control mental.
Esa misma noche, durante una cumbre de importantes líderes políticos en el Palacio de Buckingham, Cody, Derek y Emily piden a los chicos de la academia (que tocarían en el palacio esa noche) su ayuda para que distraigan a los líderes por más tiempo del que debían tocar, a fin de ganar tiempo, y buscan a Díaz y sus secuaces, infiltrados en la reunión.