Tras la conquista almorávide de Zaragoza en 1110, Abdelmálik (fallecido en 1130) y el propio Zafadola resistieron a los almorávides en la fortaleza de Rueda con la asistencia puntual de Alfonso I de Aragón.
[1][4] En 1135 Zafadola, junto con sus hijos, reconoció a Alfonso VII de León el Emperador como rey ofreciéndole vasallaje,[5] y cediéndole su castillo de Rueda.
[6] Recibió a cambio posesiones en el reino de Toledo.
[7] En el contexto de la idea imperial leonesa, Alfonso VII tuvo como meta la creación de un Al-Ándalus gobernado por Zafadola tributario de la monarquía castellano-leonesa y opuesto a la presencia almorávide en la península ibérica.
[8] Se convirtió en rey de buena parte del sureste peninsular[9] habiendo combatido a los almorávides en ciudades como Jaén, Granada y Murcia.