Alejandro Ruidíaz

En 1988 representó a la Argentina en los Juegos Olímpicos de Seúl.

[5]​ En 1989 se fue a préstamo al Toshiba, de Japón.

Quedó libre de Independiente y, en septiembre de 1992, cuando tenía todo arreglado para jugar en River Plate, en la revisación médica le encontraron un problema en el corazón el cual lo obligó a abandonar el fútbol.

Sufrió el hundimiento de un parietal y los médicos decían que no podría volver a jugar.

Todavía tenía la cabeza rapada y se notaban los 20 puntos que le habían aplicado.