Después de la guerra, fue arrestado por orden del Politburó, y el jefe del NKVD, Lavrenti Beria, le obligó a hacer una «confesión» que implicaba al mariscal Zhúkov en una supuesta conspiración.
Su padre, Aleksander Ivánovich Nóvikov, era un suboficial, de un regimiento del Ejército Imperial Ruso, participó en la Primera Guerra Mundial y en la guerra ruso-japonesa, su madre, Ekaterina Ivónovna, además de Nóvikov crio a otros tres hijos.
Durante estos años participó en un gran número de combates contra las fuerzas antisoviéticas, como en la represión del levantamiento de Kakutsa Cholokashvili y en la represión del levantamiento menchevique en Georgia (1924).
Fue expulsado del partido y de las fuerzas armadas en 1937; sin embargo, fue readmitido por el Comisionado del Distrito Militar de Bielorrusia, Avgust Mezis,[6] quien a su vez fue detenido y posteriormente ejecutado.
Por su servicio en el conflicto fue ascendido a mayor general y condecorado con la Orden de Lenin.
Del 25 al 30 de junio, Novikov lanzó 263 bombarderos y 224 cazas contra los sorprendidos alemanes, en el curso de dichas incursiones los alemanes perdieron 130 aviones.
En julio de 1941, amplió su mando desde Leningrado para incluir las fuerzas aéreas del Frente Norte, el Frente del Noroeste (desplegado en los países bálticos) y la Flota del Báltico, y cuando los alemanes se acercaron a Leningrado, Nóvikov y sus fuerzas hicieron más de 16.567 salidas de combate.
Durante la Batalla de Stalingrado, persuadió con éxito al mariscal Zhúkov y, a su vez, a Iósif Stalin de que la fuerza aérea no estaba preparada para una contraofensiva planificada, un argumento al que ambos comandantes finalmente aceptaron.
En efecto, esta campaña mantuvo durante dos meses su intensidad, ocurriendo los combates sobre la península de Tamán.
En una ocasión, el teniente general Konstantín Kershinin, comandante del 4.º Ejército Aéreo,[11] desplegado en la zona del río Kubán, aseguró que a veces podía ver un avión caer derribado cada diez minutos, lo que no es inusual si se considera que podían ocurrir cien combates aéreos diariamente.
«Por el cumplimiento ejemplar de las misiones de combate del mando Supremo en el frente contra los invasores alemanes y el coraje y heroísmo mostrado al mismo tiempo».
Posteriormente, presentó un plan para usar aviones a reacción y armas nucleares recientemente disponibles para librar una posible futura guerra contra los Estados Unidos y se lo mostró a Nikita Jrushchov, quien rechazó la propuesta a favor de los misiles balísticos.
[12][16][17] En 1966, sufrió un derrame cerebral grave y se retiró por completo.
[12] Aleksandr A. Nóvikov es autor de varios libros y artículos sobre su experiencia en la Segunda Guerra Mundial A lo largo de su carrera militar Aleksandr Nóvikov recibió las siguientes condecoraciones: