Fue recién a partir de 1880 que el anarquismo se consolidó como tendencia política e ideológica.
La influencia del antiguo predicador luterano y socialista Ferdinand Domela Nieuwenhuis (1846-1919) fue determinante en este sentido.
En 1893 se fundó una federación de sindicatos: el Secretariado Nacional del Trabajo (Nationaal Arbeids-Secretariaat, NAS).
El National Arbeids Sekretariat tuvo unos 20 000 asociados y era la organización sindical más activa e influyente de su tiempo.
Terminada la guerra, el NAS tuvo un período de crecimiento y llegó a alcanzar de nuevo los 20 000 miembros; no obstante, ya había perdido la preponderancia en el movimiento obrero, pues se encontraba en posición minoritaria frente a otros sindicatos.