Nacido en una familia de campesinos, estudió filosofía y teología en Blaj.
Publicó sus primeros poemas en la revista cultural "Foaia pentru Minte, Inimă și Literatură" ("Hoja para mente, corazón y literatura").
Su poema Deșteaptă-te, române!, con música compuesta por Anton Pann, pasó a ser el himno de los revolucionarios.
fue cantado durante la Revolución rumana de 1989, y por presión popular pasó a ser el nuevo himno nacional de Rumania.
Después de la revolución, Mureșanu trabajó como traductor en Sibiu, y algunas de sus obras patrióticas fueran publicadas en la revista Telegraful Român.