La dictadura chilena quería darle un cierre al marxismo que se presentaba en Chile.
[3] Estos espacios contaban con pocas divisiones, una de la más característica fue la división que hubo entre los lugares que eran utilizados para la tortura y los interrogatorios, otra división que presentaban era la segmentación entre hombres y mujeres, después de haber sido capturados.
En estos espacios no se concentraba a los prisioneros, solo se les interrogaba y torturaba, sin embargo, podían permanecer en estos centros la mitad de un día, un día o un par, unas semanas como máximo.
[5] Estas fueron las únicas divisiones que hubo dentro de estos sitios y son casos muy específicos, ya que varios lugares funcionaron para ambas acciones.
[6] Los prisioneros chilenos fueron tratados bajo la irracionalidad militar, aunque por la corrupción dentro de estos centros, algunas personas tenían mucho mejores tratos por la posición que se fueron ganando.