Hacia 1566-68, en algunas provincias de los actuales Países Bajos, en aquella época pertenecientes al Imperio español, surgieron entre la población revueltas provocadas por las discrepancias religiosas católicas y por la reformas que llevaba a cabo el imperio de cara a mejorar la administración de los Países Bajos que limitaba el poder de la nobleza local.
En 1579 las provincias rebeldes se agruparon en la Unión de Utrecht, dando origen a las Provincias Unidas de los Países Bajos, que a partir de ese momento se enfrentaron abiertamente a su legítimo rey Felipe II intentando mantener su cuota de poder.
En respuesta a este edicto de proscripción, Guillermo publicó la Apología del príncipe d'Orange,[1] un documento en el que rebatía las acusaciones de las que era objeto por parte de su legítimo rey, justificando su carrera política y su vida privada, y defendiendo su derecho a rebelarse contra las reformas administrativas de su rey.
La Apología fue presentada el 13 de diciembre de 1581 ante la asamblea de los Estados Generales de los Países Bajos en Delft[2] y posteriormente traducida a varios idiomas y remitida a las principales cortes europeas.
La redacción del documento se atribuye al hugonote francés Pierre Loyseleur, señor de Villiers.