Las bacterias, plantas y hongos metabolizan ácido aspártico para producir cuatro aminoácidos - lisina, treonina, metionina e isoleucina - en una serie de reacciones conocida como la ruta del aspartato.
Los miembros del reino animal no poseen esta ruta y, por tanto, deben adquirir estos aminoácidos esenciales a través de su dieta.
La investigación en mejorar el flujo metabólico a través de esta ruta tiene el potencial de incrementar el rendimiento en aminoácidos esenciales en cultivos importantes, y por tanto incrementando su valor nutricional.
Adicionalmente, ya que estas enzimas no están presentes en los animales, sus inhibidores son objetivos prometedores para el desarrollo de nuevos antibióticos y herbicidas.
En las bacterias hay tres isozimas de la aspartato cinasa que difieren en sensividad a la represión e inhibición por la Lys, Met y Thr.