En las liturgias cristianas, el hisopo (en hebreo: אזוב; en latín: hissopum)[1] o aspersorio es una varilla de madera o metal dotada en su extremo de una esfera metálica hueca, rellena de un material capaz de retener el agua.
En ciertos momentos del ritual, en especial durante las bendiciones, y en la liturgia de la Vigilia pascual, un sacerdote sumerge el extremo del hisopo en un calderillo de agua bendita, denominado sítula, y esparce con él agua sobre las personas u objetos a los que se desea bendecir.
En origen se usaba un ramillete de la planta olorosa conocida como hisopo.
[1] Tanto el hisopo como la sítula suelen ser de metales preciosos, normalmente de plata, a veces ricamente repujados.
Ambos forman parte de la iconografía tradicional de santa Marta de Betania, la hermana de Lázaro.