El primer barión omega descubierto fue el Ω−, compuesto de tres quarks extraños, en 1964.
El Ω− decae sólo a través de interacciones débiles y por lo tanto tiene una vida media relativamente larga.
[5] Puesto que los bariones omega no tienen quarks arriba o abajo, todos tienen isospín 0.
[8] CDF midió una masa de 6054,4 ± 6,8 MeV/c2 en excelente acuerdo con la predicción del modelo estándar.
Los dos resultados difieren en 111 ± 18 MeV/c2 o 6,2 desviaciones estándar y por lo tanto son incompatibles.