Llegó a tal punto el afecto por el Santo Cristo que los católicos de Ubaté, motivados por los sacerdotes y los funcionarios gubernamentales de inicio del siglo XX decidieron reemplazar el antiguo templo doctrinero, por una nueva construcción diseñada por el arquitecto Luis María Ferresa, estos planos luego fueron modificados por el arquitecto neerlandés Antonio Stoute, quien los hizo más sencillos y elegantes, pensados con un estilo gótico flamígero con detalles barrocos.
La primera piedra del nuevo templo se colocó en 1927 durando aproximadamente 11 años en construcción.
Dentro de las personalidades que aportaron a la edificación estuvieron: el ingeniero y decorador Romelli quién modeló los capiteles junto a los pintores Eulogio y Jaime Rodríguez.
Dentro de la celebración, se ungió con el Santo Crisma el nuevo altar y se depositaron allí las reliquias de los santos mártires Dignaciano, Digna y Priscila.
El estilo gótico francés destaca por sus arcos de medio punto e interior barroco, con vitrales monumentales y torres del estilo flamígero asimilándose a llamas de fuego.