Actualmente se encuentra cerrado a la aviación comercial civil y funciona únicamente como Base Aérea a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional a través de Fuerza Aérea Mexicana.
El aeropuerto se inauguró en 1957,[1] y estuvo activo hasta su cierre a la aviación comercial el 26 de junio del 2006, debido a la apertura del nuevo Aeropuerto Internacional de Tuxtla.
Durante su operación, representaba diversos riesgos para los usuarios civiles, entre los que se encontraban la interferencia de aves,[2] su ubicación geográfica y su incapacidad para operar en horarios nocturnos.
Su nombre inicial honró la memoria del piloto aviador duranguense Francisco Sarabia Tinoco, y su nombre actual, ya como base aérea militar, al general brigadier piloto aviador Ángel Hipólito Corzo Molina.
El aeropuerto se vio involucrado en los siguientes accidentes aéreos durante su funcionamiento: