Doctor en derecho en 1859, con la tesis Si los censos son de suyo perjudiciales, que se publicó en Madrid ese mismo año.
Tres años más tarde contrae matrimonio con Carmen Román y Díaz, y se traslada a vivir a Puerto Rico –patria de la esposa–, donde Oliver ejerce como abogado.
Se publican en Barcelona sus Estudios históricos sobre el Derecho Civil de Cataluña.
En 1874 es nombrado subdirector general de los Registros y del Notariado.
En el campo jurídico, su obra más destacada es el Derecho Inmobiliario Español, la primera elaboración sistemática de esta rama del derecho.