Los modelos más conocidos son la Sony Mavica y las cámaras Ion y Xapshot de Canon.
Esto produce una señal de vídeo estándar que se puede ver en un televisor normal y corriente.
La limitación obvia es que la reproducción es aproximadamente equivalente a la operación de un grabador de video en modo pausa.
Dado que el video se almacena como un fotograma de video convencional en formato NTSC o PAL, la resolución se limita a la de cualquier imagen de video.
Y puesto que las imágenes no se almacenan digitalmente, para transferir las fotos a un ordenador hace falta una tarjeta de captura de video.