Campaña de Helmand

En el año 2006, unos revitalizados talibanes realizaron varias ofensivas militares a gran escala contra tropas de la coalición en Helmand, Kandahar y otras provincias en la frontera con Pakistán.

Fue así que se colocó bajo el mando del mayor general estadounidense Benjamin Freakley, comandante de la Fuerza de Tareas Conjunta Combinada 76 (en inglés: Combined Joint Task Force 76).

Daoud insistió en que las tropas de la ISAF fueran desplegadas en los distritos que estaba bajo la inmediata amenaza de un ataque talibán: Sangin, Now Zad, Musa Qala y las estratégicas instalaciones hidroeléctricas ubicadas en Kajaki.

Todos los puestos atrajeron sostenidos e intensos ataques talibanes y permanecieron bajo asedio por largo periodos.

[11]​ Convirtiéndose naturalmente, por este motivo, en un importante objetivo tanto para los talibanes como para la coalición.

[15]​ A pesar de esto, los talibanes no descansaron, y renovaron sus ataques todas las noches, usando armas cortas, Granada propulsada por cohete (en inglés: Rocket-Propelled Grenade, RPG) y cohetes de 107 mm.

Algunas veces el reabastecimiento fue interrumpido por tanto como cinco días, ya que los disparos de los talibanes ponían en riesgo a los helicópteros.

Pero para esa época, los talibanes habían reasumido sus operaciones en el sector, y los fusileros fueron atacados 79 veces durante sus primeros veinte días en Sangin.

[18]​ Desde la finalización del asedio, el distrito aún ha estado sometido a ataques, pero los británico han construido dos nuevas bases avanzadas de operaciones (en inglés: Forward Operating Base, FOB) a unos pocos kilómetros para atraer la mayoría de los ataques talibanes y alejarlos del pueblo propiamente tal.

La guarnición consistía de aproximadamente 80 policías afganos, quienes eran más una milicia que una fuerza policial y eran muy impopulares entre la población local.

Su comandante construyó una serie de rampas para permitirles a los vehículos disparar por sobre las murallas del complejo.

La coalición también había sufrido pérdidas: tres soldados británicos habían sido muertos en Musa Qala,[21]​ y su control del pueblo no se extendía más allá de las murallas exteriores del recinto.

[22]​ También, los comandantes británicos temían que un helicóptero de reabastecimiento pudiera ser derribado, dándole una victoria propagandística a los insurgentes.

La Operación Lastay Kulang finalizó el 14 de junio, con la situación estratégica poco clara.

La Operación Palk Wahel (en idioma pastún significa Golpe de Mazo en castellano o Sledgehammer Hit en inglés) involucró a 2.500 soldados, de los cuales 2.000 son británicos, provenientes principalmente del 1.er Batallón, Royal Gurkha Rifles y del 2.º Batallón Mercian Regiment.

La mayoría de los restantes 500 hombres provenían del Ejército Nacional Afgano, mientras que también participaron pequeños contingentes daneses, checos y estadounidenses.

Se estimó que cerca de 100 talibanes y al menos seis civiles murieron en estos combates.

Posteriormente varios centenares de tropas estadounidenses fueron desembarcadas desde helicópteros y combatieron a pie durante la noche.

Un soldado británico, 12 combatientes talibanes y dos niños civiles fueron muertos en el primer día de operaciones.

Las dos muertes sufridas por la coalición hasta ese momento fueron el resultado de las minas terrestres.

Los británicos eran superados en número por la mucho más grande fuerza talibán la que estaba recibiendo refuerzos desde Pakistán.

Los canadienses cubrieron la primera parte y los británicos los relevaron en un punto de reunión en medio del desierto, usando 50 vehículos blindados BVS10 Viking para escoltar al convoy.

Las fuerzas talibanes fueron interceptadas en las afueras de la ciudad por tropas afganas apoyadas por helicópteros artillados Apache pertenecientes al Cuerpo Aéreo del Ejército.

Al mismo tiempo, un ataque aéreo de la OTAN en un distrito vecino dejó 18 civiles muertos, los cuales pertenecían a cinco familias.

Los soldados británicos se vieron involucrados todos los días en intensos combates que duraban desde unos pocos minutos hasta cuatro horas con distancias tan cercanas como 30 metros.

Durante tres días, las fuerzas de la coalición, apoyadas por helicópteros artillados Apache y Cobra, F-16 holandeses y vehículos aéreos no tripulados, limpiaron las posiciones talibanes, donde se produjeron combates a muy cortas distancias.

Dos infantes de marina fueron heridos durante la operación, mientras que las pérdidas talibanes fueron estimadas por autoridades locales entre 80 y 90 muertos.

Ellos establecieron una firme posición inicial y más tropas fueron movidas para asegurar el área.

Esto contribuyó a que fuera la semana más sangrienta para las fuerzas británicas en Afganistán hasta ese momento.

Sin embargo, las condiciones de seguridad para las elecciones presidenciales afganas en la región eran casi no existentes.

Un obús M777 canadiense disparando contra posiciones talibanes en Sangin.
Panorámica desde un helicóptero Chinook volando sobre el distrito de Kajaki.
Fuerzas del ANA y estadounidenses combatiendo a los talibanes en Sanging el 18 de abril de 2007.
Infantes de marina del Bravo 1/6, 24.ª MEU combatiendo en Garmsir, Afganistán.
Comandos británicos durante la Operación Sond Chara.