Los carbayones son un dulce típico asturiano, más concretamente de Oviedo, de donde toman su nombre, ya que carbayones es como se llama coloquialmente a los ovetenses por un determinado roble (carbayu en asturiano) que estaba situado en la calle Uría, en el centro de la ciudad.
[1] En el lugar en el que estuvo hay actualmente una placa conmemorativa que recuerda el emplazamiento de este legendario árbol.
[2] El dulce fue creado en el primer tercio del siglo XX.
Entre 1920 y 1923 José de Blas, titular de la confitería Camilo de Blas, encarga a su maestro obrador, José Gutiérrez, que elaborara un dulce que representara a la ciudad de Oviedo.
Ese dulce, el carbayón, sería dado a conocer en la primera Feria Internacional de Muestras de Asturias que tuvo lugar en Gijón en 1924.