El ascenso al castillo se hace a pie y dura una media hora.
[1] El emplazamiento debió ser ocupado desde muy antiguo, como lo prueban los hallazgos documentados desde la Edad del Bronce, así como ibérico, romano, árabe, medieval y llegando su ocupación hasta la tercera Guerra Carlista, cuando el 6 de agosto de 1840 fue tomado por las tropas liberales y asolado.
[1] Hubo una fortaleza musulmana, ocupada y mantenida en uso por los conquistadores cristianos debido a su alto valor estratégico, hasta que fue progresivamente abandonada hasta las Guerras Carlistas, en las que jugó un destacado papel, llegando a albergar una academia de promoción de oficiales del ejército carlista.
[6] Su origen parece ser romano, ya que en su entorno se han encontrado monedas y otras piezas arqueológicas de esa época, pero los musulmanes lo construirían o reconstruirían en el siglo X.
En la Segunda Guerra, en 1875, cuando ya se habían retirado al norte del Ebro todas las tropas carlistas tras la capitulación de Cantavieja, el castillo siguió fiel al carlismo, resistiendo todos los ataques de las fuerzas del general Manuel de Salamanca, hasta que tuvo que rendirse tras un intenso bombardeo artillero.