[2] Años más tarde el castillo formaría parte de la donación que hizo Alfonso IX a su mujer Berenguela de Castilla, como compensación tras el divorcio.
[5][6] Juan II a mediados del siglo XV entregó la villa y castillo a Pedro Girón pero hasta 1476, y ya en tiempos de los Reyes Católicos, no se confirmó el señorío.
Las ladroneras superiores, la bóveda con sus arcos fajones y el acceso a la escalera corresponden a finales del siglo XIII y comienzos del siglo XVI.
No hay ruinas visibles por lo que esta teoría solamente podría apoyarla una excavación arqueológica.
Conserva las ménsulas donde se apoyaron las vigas que en muchos casos sostenían los cadalsos (parapetos o buhardas de madera).
En la última restauración se hizo una recreación de estos elementos arquitectónicos.
La puerta está a unos metros del suelo como era costumbre en los castillos defensivos, para impedir al enemigo el acceso fácil.