Christiane F.

La hermana pequeña pasó a vivir con su padre y su amante mientras que Christiane se quedó con su madre.

Con la publicación del libro, Christiane adquirió fama mundial e incluso pasó un tiempo "limpia", asegurando estar desenganchada de las drogas.

En esta época concedió una entrevista a la revista alemana Stern, confesando que nunca había abandonado realmente la heroína.

A los 45 años, tomaba varios medicamentos, pasaba regularmente por sesiones, intentos y terapias para abandonar el hábito, que hasta ese momento no habían tenido buenos resultados.

Christiane pasó un periodo viviendo en un apartamento en Berlín con dos de sus tíos y con su hijo, Jan-Niklas.

Vive feliz con su mujer e hijos y dice haberse librado de las drogas en 1980.

[1]​ En 2011 la detuvieron por última vez cuando la policía le decomisó una pequeña cantidad de heroína en la maleta.

En la actualidad, con más de 60 años, sigue luchando por su vida pese a la mala salud que tiene.