Las tierras que se extienden entre el Eno y el Danubio se organizaron en la provincia de Raetia et Vindelicia, imperial, que administraba un senador que ejercía las funciones de pretor, tras la conquista del emperador Augusto de los Alpes el 15 a. C. Diocleciano dividió la provincia en dos en el 297: la zona montañosa pasó a la Raetia prima y la más baja al noreste a la Raetia secunda.
La administración civil correspondía a praeses con sede en Curia Raetorum (Coria) y Augusta Vindelicorum (Augsburgo).
La región aún estaba bajo dominio italiano en tiempos del rey Odoacro; la Recia Curiense se integró formalmente en el reino ostrogodo en el 493, y el rey Teodorico el Grande reanudó el nombramiento de dux, que ostentaban únicamente competencias militares, mientras las civiles seguían en manos de un praeses.
Poco después, en torno al 548, Teodeberto extendió su autoridad a toda la Recia Curiense, que finalmente perdió su conexión directa con Italia.
Nombró a Hunfried conde curiense (o Reciarum comes[1]), para que administrase un vasto feudo imperial.
A diferencia del resto de la antigua provincia de Recia, la Curiense mantuvo su carácter latino, dando lugar al romanche, que se hablaba en todo el territorio durante la Edad Media.
La región también se conoció históricamente como Churwalchen (Churwahlen en alemán, siendo walha «latín» o «romance», c.f.