Cielo e infierno

El cielo y el infierno se refieren metafóricamente a lo que Huxley concibe como dos experiencias místicas contrarias que potencialmente aguardan cuando uno abre las "puertas de la percepción".

El peligro añadido existe por ese "infierno que se hace pasar por cielo" y que existe en el mundo intermedio, al contrario que la dimensión de Dios, de la inancalzable no-dualidad en esta vida, pero que podremos vivir en la otra vida, la eterna, donde "veremos a Dios cara a cara tal cual es".

Huxley continua su análisis sobre los cambios objetivos inducidos por la ingesta de drogas.

Más allá de una conclusión basada en revelaciones o visiones celestiales o infernales, su experimentador verifica la identidad última existente entre el universo y la mente humana, entre macrocosmos y microcosmos.

Tras retirarse el velo que cubre la aparente realidad cotidiana, se accede a la Unidad de lo Absoluto.

Clásica imagen fractal similar a las experiencias con mescalina experimentadas por Aldous Huxley en Las puertas de la percepción y Cielo e infierno .