El tema de discusión fue la cuestión de los refugiados judíos que habían sido liberados por las fuerzas aliadas y los que aún permanecían en la Europa ocupada por la Alemania nazi.
El único acuerdo alcanzado fue que la guerra debía ganarse contra los nazis.
No se aumentaron las cuotas de inmigración de los Estados Unidos ni se levantó la prohibición británica de que los refugiados judíos buscaran refugio en el Mandato Británico de Palestina.
La delegación de los Estados Unidos estaba encabezada por Harold W. Dodds.
La delegación británica estaba encabezada por Richard Law, un ministro subalterno del Ministerio de Asuntos Exteriores.