La iglesia conventual fue fundada a finales del siglo XIII, aunque el convento de clarisas fue establecido en el siglo XVI, y en la actualidad dichas religiosas continúan habitándolo.
[9] La cabecera de la iglesia termina en un ábside semicircular, ante el que está situado el presbiterio del templo, que es pequeño.
[10] El templo cuenta con una sola nave, y a los pies de esta última está situado el coro de las monjas.
[9] El muro occidental de la iglesia fue derribado para poder ampliar el convento, y el templo está cubierto por bóvedas de crucería simples, propias del estilo ojival, que descansan sobre arcos fajones sostenidos por grupos de tres semicolumnas adosadas a los muros, cuyos capiteles son de estilo románico, al igual que los de las columnas que sustentan los arcos torales del presbiterio y del ábside, y están decorados con hojas de palma.
[9] La única portada que permite acceder a la iglesia desde el exterior está situada en el lado de la Epístola y muestra, en opinión de diversos autores, una clara influencia francesa.