Queda un edificio barroco de grandes dimensiones, semiarruinado, a unos 12 km de Calanda y al que no es fácil acceder debido a lo agreste del paraje donde se ubica.
[2][3] En 2022 el Ayuntamiento de Calanda, tras comprarlo a una sociedad de agricultores por una cuantía simbólica –93.000 euros– y finalizar los trámites que lo convierten en el propietario legal del edificio, se decidió a reconstruir el monasterio del Desierto.
[3] Pese a las varias reconstrucciones se mantuvo la disposición y estructura original.
[2] Llamado del Desierto, por su emplazamiento en una zona prácticamente deshabitada, y por ser el usual emplazamiento carmelitana que buscaba la austeridad y recogimiento, en un entorno alejado del mundanal ruido.
NOTA: El Desierto de Calanda no es un convento, como se le denomina popularmente, sino un monasterio que viene del término griego μόνος (mono: uno, único, solo), en relación con los primeros cristianos que decidieron apartarse del mundo para vivir en pobreza y oración, en lugares apartados que en un momento dado empezaron a reunirse en pequeñas comunidades.