El oro y las reservas de divisas extranjeras del Tesoro nacional también se transfirieron al banco central.
Se determinaron los tamaños de las emisiones en relación con las reservas que respaldaban la corona.
Las operaciones de préstamos del banco central se regularon.
Todas las medidas tomadas restablecieron la confianza en el sector bancario y monetario doméstico, contribuyendo a un mayor fortalecimiento de la economía del país y una mejoría de la reputación del estado estonio en el ámbito internacional.
Durante la Gran Depresión de 1933, la corona abandonó la base del oro.
Se firmaron contratos con empresas británicas y estadounidenses para que imprimieran los billetes.
Sus miembros eran Edgar Savisaar, Rein Otsason y Siim Kallas.
Primero el comité determinó los principios generales para la implementación de la reforma monetaria, y después aprobaron la preparación del plan y establecieron unas normas temporales para las divisas extranjeras.
El Banco de Estonia desarrolló las soluciones a todos las cuestiones conceptuales, estratégicas, tácticas y técnicas, y llevó a cabo los cálculos de la implementación.
Estonia se convirtió en miembro del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
La relativa simplicidad del sistema monetario y su habilidad para soportar presiones especulativas, garantizaron una tasa de cambio fija incluso en situaciones complicadas donde los factores que jugaban un importante papel en preferir este sistema monetario sobre otros.
En mayo se decidió elegir el marco alemán como soporte de la corona.
Otros decretos siguieron a éste para regular las operaciones del sector bancario, de los que el más importante fue el relativo al intercambio de depósitos.
La mayor parte de los rublos en circulación se cambió a coronas con la misma tasa (depósitos, deudas contraídas por empresas, etc.) Algunos grupos opositores consideraron la tasa de cambio por debajo del valor real, pero era la tasa correspondiente al mercado de cambio durante la época.
Con el tiempo y los últimos eventos acontecidos se ha visto la ideoneidad de la elección hecha.
Todas las leyes y otras disposiciones creadas al principio de la reforma monetaria entraron en vigor.
Las reservas necesarias para respaldar la corona se componían de oro y otras divisas extranjeras.
Durante este tiempo, el gobierno estonio temía una invasión soviética y consiguiente anexión: por desgracia, estos temores se hicieron realidad.
El Banco de Finlandia empezó a citar la corona estonia.
En 1992 se introdujeron las primeras monedas (algunas fechadas en 1991) en denominaciones de 5, 10, 20, 50 senti, y 1 corona.
Las monedas de 1 corona se acuñaron en cuproníquel, y las demás en bronce-aluminio.
Los billetes en circulación (2006) son los de las denominaciones que a continuación se detallan: