En el siglo XX, en España y otros países se ha trasladado la celebración litúrgica al domingo sucesivo.
La original era obra de Juan Ruiz "El Vandalino", quien firmó el contrato para realizarla en 1533.
Seguidamente, el clero y el cabildo catedralicio anteceden el paso de la custodía que porta el Santísimo Sacramento, acompañado en la trasera por un palio eucarísitico.
La procesión finaliza en la catedral y desde el balcón central de la fachada se realiza la bendición con el Santísimo a todos los presentes.
Destacan los altares instalados por las Hermandades Sacramentales del Perdón, Expiración o Ssnta Cena.