Creación de los enanos

Pero como se dice en la Creación de Arda, Aulë también tenía un espíritu ansioso por crear cosas vivas, a las cuales llamar por su propio nombre, aunque no quería dominarlas sino donarlas, al contrario de Melkor.

Sin embargo, nada escapaba a Ilúvatar (Eru), que en ese momento habló a Aulë preguntándole por lo que acababa de hacer, pues no le había dado permiso para ello.

Cuando los Elfos iniciaron su Gran Marcha desde Cuiviénen, en las Edades de los Árboles; Los Enanos despertaron en el Monte Gundabad.

El Primero en hacerlo fue Durin y como no tenía pareja, marchó, solo, hacia el sur caminado paralelo a las Montañas Nubladas y al llegar al valle de Azanulbizar quedó maravillado por la belleza del lugar.

En el relato, el Vala Aulë es como 'un niño imitando a su padre', y así lo reconoce ante Eru, pues su labor de crear los enanos es reflejo de lo que Tolkien diría que hace un artista.