Fue una botánica especialista en las «plantas inferiores», es decir, los musgos y las hepáticas.
Su padre fue un experto jardinero del que heredó la estima por la naturaleza y la afición por la Botánica.
En 1951 Casas defendió su tesis doctoral dedicada a los briófitos del Montseny.
Su contribución a la briología se resume en 216 trabajos publicados, especialmente en los campos de la taxonomía y la florística.
Exploró con cierta asiduidad el Montseny, el macizo de Garraf, el Pirineo, las Islas Baleares, Monegros y diversas zonas peninsulares como Sierra Nevada, el Sistema Ibérico, el Sistema Central y diversos macizos portugueses.