Los gaudo son conocidos exclusivamente debido a sus necrópolis, por lo que se desconocen los aspectos de su cultura que no puedan inferirse a través de sus ritos funerarios.
Aunque las primeras evidencias arqueológicas del yacimiento gaudo datan del Paleolítico, la cultura se asocia generalmente con el periodo neolítico debido a sus necrópolis, para entonces plenamente desarrolladas.
Las notas tomadas entonces por su mano se conservan en el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.
Aparentemente, los gaudo habrían utilizado las mismas tumbas una y otra vez, quizá para distintas generaciones; se ha observado que el cuerpo del fallecido más reciente se emplazaba en la zona trasera de la cámara, junto a los tenentes anteriores.
También se han encontrado piezas cerámicas en las antecámaras, aunque de mayores dimensiones, formas más simples y escasamente decorada.