Hembras y machos a penas se diferencian, siendo el plumaje del mismo color.
Los ejemplares inmaduros ostentan un plumaje de un tono más apagado.
En España la curruca gavilana tiene una presencia ocasional, es decir, poco común o accidental.
Se localiza en campos abiertos, donde la vegetación es mayoritariamente arbustiva, ya que es entre la maleza y en los matorrales donde esta curruca construirá sus nidos.
Como la mayoría de las currucas, es insectívora, aunque también ingiere bayas y otras frutas.