El concepto de eficiencia reproductiva es central en la teoría de la revolución reproductiva propuesta por MacInnes y Pérez Díaz para comprender la naturaleza del cambio demográfico que conduce a las sociedades modernas.
[1] Una alta eficiencia reproductiva implica una alta longevidad de los individuos asociada a una baja natalidad y supone una transformación radical de la eficiencia con la que los seres humanos han conseguido históricamente reemplazarse con nuevos seres humanos antes de morir.
Esa altísima mortalidad obligaba a usar ese potencial reproductivo para mantener la población.
La reproducción humana contiene estos dos componentes analíticamente separados, los nacimientos y las muertes.
[1] Cuando la supervivencia de un altísimo porcentaje de los nacidos es alta y se alcanza una gran longevidad dejan de ser necesario muchos nacimientos para mantener la reproducción demográfica -la población sostenida a lo largo del tiempo por las generaciones- alcanzándose por primera vez en la historia humana una alta eficiencia reproductiva lo que supone una auténtica revolución reproductiva.