En su laboratorio se desarrolló el famoso medicamento en España llamado Calmante Vitaminado.
Tras finalizar los estudios de Farmacia en Granada abrió una botica en su pueblo.
Su espíritu comercial y su inquietud inventora le llevaron a crear durante la guerra civil española productos como un jabón para combatir la sarna y un aceite contra los piojos y las ladillas, que el escritor Camilo José Cela cita en su novela San Camilo 1936: La prosperidad comercial de aquellos incipientes "Laboratorios Pérez Giménez" le llevó a ampliar la gama con el linimento "Masagil" y el elixir "Licor Dentol".
Pero el principal producto fue un analgésico creado en 1950 al que puso el nombre de "Calmante Vitaminado", pues a los componentes habituales de ácido acetilsalicílico y cafeína, añadió vitamina B. Calmante Vitaminado, es el analgésico español más vendido de todos los tiempos.
Diez años más tarde trasladó a la ciudad de Córdoba el laboratorio, que modernizó.