En 1979, Driss Basri fue designado Ministro del Interior en el gobierno de Ahmed Osman, puesto que ocupó en los sucesivos gobiernos hasta 1999.
Se ganó la confianza del Rey Hassan II y llegó a ser llamado popularmente como "la madre de todos los ministros".
Se le consideró por sus detractores como un obstáculo para la democratización del país durante la década de 1980 y principios de 1990.
Durante su mandato se produjeron represiones con dureza contra manifestantes opositores en Casablanca (1981) y Fez (1990).
Tres meses después de que el Rey Mohammed VI accediese al trono en 1999, sucediendo a su padre Hassan II, Basri cesó como ministro.