Poco después pasó a manos de Bernat d'Olzinelles, tesorero del rey Pedro el Ceremonioso.
Más adelante, los derechos fueron para la familia Queralt quien los mantuvo hasta el fin de las señorías.
El establecimiento de segundas residencias en el municipio ha provocado un auge en el sector servicios.
La iglesia parroquial está dedicada a San Juan el Bautista.
Catllar celebra su fiesta mayor el cuarto domingo de agosto.