Durante el mandato del Porfiriato, la industria eléctrica en México dio un paso importante durante 1876-1911, que fue contemporáneo a la Segunda Revolución Industrial etapa de desarrollo occidental que, entre otros elementos, usó a la electricidad por primera vez en la historia.
A finales del siglo XIX, tras varios inventos e innovaciones, se hace popular el foco de luz eléctrica.
Tras esto, se comenzó a extender rápidamente esta forma de generar electricidad, para la industria, público y residencial.
Asimismo se inició la explotación de los ríos del Bajío para poder generar electricidad en Guanajuato, Jalisco, Colima y Michoacán.
Estas empresas compraban a otras más chicas que deseaban entrar al mercado, monopolizaron el sector por lo menos 20 años.
Se creó la Liga de Electricistas Mexicanos, la cual propuso protección a los obreros, apoyo moral y técnico.