Sin embargo a lo largo del siglo XIX fue cayendo en estado ruinoso, por los que en los años 1879-80 fue reedificada mediante aportaciones de particulares.
Entre 1960 y 1963 se realizó una reforma que afecto principalmente a la zona del altar.
La Fundació Pere Comte realizó una restauración a finales de 2002, pintándose su exterior en azul claro.
Aunque está exento, en dos de sus costados, el posterior y el izquierdo vistos desde la fachada, se encuentran muy próximos a las viviendas que lo rodean.
La fachada principal acaba en un frontón triangular que contiene en una hornacina la imagen policromada de la santa titular.