Esto se refiere a diversas medidas de diseño que pueden implementarse sobre la envolvente (muros, techos, vidriados) que componen un edificio, sea para reducir la ganancia o fuga de calor indeseable en cada clima o parte del edificio mediante aislamiento térmico, protección solar y los sistemas de diseño y tecnologías que permiten mejorar la ganancia de calor solar y su acumulación.
Desde ya el aprovechamiento de la luz natural y tecnologías para reducir la demanda eléctrica en iluminación artificial.
Y en el período cálido el refrescamiento pasivo mediante la ventilación natural y extracción del aire caliente en edificios.
[4] Si ya se concibió un edificio que aprovecha el clima del sitio, reduciendo al mínimo el consumo de energía para su funcionamiento es posible entonces incorporar sistemas activos que permitan captar, transportar, acumular y entregar o quitar calor a un edificio.
[9] Estos elementos son los que en la actualidad deben ser tenidos en cuenta cuando desee conocerse el grado de sustentabilidad de un edificio[11] para tender a reducir progresivamente la demanda de energía de fuentes fósiles y evitar el calentamiento global del planeta.