Fantasmas en las religiones mesopotámicas

Existen muchas referencias en la literatura antigua y las huellas de estas creencias han sobrevivido en las posteriores religiones abrahámicas que llegaron a dominar la región.

Para luchar contra estos efectos, se recurría a la "mano de espectro" (qat etemmi) para los rituales y prácticas mágicas.

En Babilonia, el fantasma más temible era el de una mujer que hubiese muerto durante el parto.

Era compadecido y temido, pues su pena le había enloquecido, estando condenado a llorar en la oscuridad, aferrándose su impureza como un veneno.

[5]​ En la mitología babilónica Irkalla está gobernado por la diosa Ereshkigal y su consorte Nergal o Ninazu.

Los fantasmas pasaban un tiempo viajando al Inframundo, teniendo a menudo que superar obstáculos en el camino.

Diosa babilónica reina de la noche que representa probablemente a Ishtar o Ereshkigal ( c. 1792 - 1750 a. C.)