Félix de Roma

Félix de Roma, fue un mártir cristiano, venerado como santo por la Iglesia católica.

Solo se sabe el nombre, que fue martirizado en Roma, seguramente en las persecuciones de finales del siglo III o comienzos del siglo IV, y que fue enterrado en el cementerio de la Vía Portuensis, que toma su nombre.

Las ediciones recientes del martirologio subsanan este error e indican:

En este cementerio, "Cymiterium ad Sanctum Felicem via Portuensi", había unas catacumbas que eran conocidas con el nombre de "Grottoni" y se perdieron antes del siglo XX.

Un poema del papa Dámaso I (366-384) cita el cementerio y un sepulcro de San Félix, decorado con pinturas.