Fálaris (del griego, Φάλαρις) o Falaris, quien había recibido el encargo de construir el templo de Zeus Atabirino en la acrópolis, aprovechó su puesto para autoproclamarse tirano.
Proporcionó agua corriente a la ciudad, la adornó con bellos edificios y fortificó sus murallas.
La ciudad de Himera, ubicada en la costa septentrional de Sicilia lo eligió como stratégos autokrátor, es decir, general con poder absoluto, pese a las advertencias del poeta Estesícoro.
[2] Según la Suda, consiguió hacerse amo de toda la isla.
Finalmente fue depuesto por una rebelión general encabezada por Telémaco, antepasado de Terón (tirano c. 488 - 472 a. C.), y quemado vivo en su toro.