Fausto (película)

Protagonizada por Gösta Ekman (sénior) como Fausto, Emil Jannings como Mefisto (Mefistófeles),[1]​ Camilla Horn como Gretchen/Marguerite, Frida Richard como su madre, William Dieterle como su hermano y Yvette Guilbert como Marthe Schwerdtlein.

Fue la última película de Murnau en Alemania, pues al acabarla inmediatamente se trasladó a EE.

Cuando ya está desesperado, aparece Mefistófeles con un trato: servirle a Fausto durante un día completo para que pruebe los poderes del mal, pudiendo después volver a la normalidad si es que no deseaba seguir en la posesión de dichos poderes al final del día.

Más tarde, Fausto hace un nuevo pacto con Mefistófeles, que le ofrece placeres terrenales y juventud eterna a cambio de su alma inmortal.

Allí, Fausto cierra el trato de forma permanente, pues su día se acababa y deseaba la juventud por un tiempo más para conquistar a una mujer.

Desde entonces se ve obligada a vivir en la calle con el bebé y, en una tormenta de nieve, su hijo muere.

El demonio, aprovechando la maldición que Fausto había proferido antes de partir a donde estaba Gretchen, lo vuelve viejo otra vez.

Mefistófeles le exige al arcángel la posesión de la Tierra, mostrándole el contrato que Fausto había firmado.