Las frutas tienen pulpa de color blanco amarillento, licoroso, azucarado, jugoso y dulce.
piel lisa, suave, mate por estar empañada por un leve polvillo blanquecino; epidermis con color de fondo amarillo verdoso o dorado con chapa más o menos intensa y extensa que pasa de sonrosada a carmín vivo, no uniforme, presentando un punteado fino con aureola casi imperceptible, verdosa o carmín según esté situado sobre fondo o chapa, "russeting" (pardeamiento áspero superficial que presentan algunas variedades) muy débil (1-25%);[7] cavidad del cáliz amplia, poco profunda, suavemente ondulada, el ojo mediano, abierto o semi-cerrado, forma irregular; sépalos triangulares, anchos, carnosos en la base, posición muy variada, erecto, convergente o doblado hacia afuera; pedúnculo corto o muy corto, grueso, ensanchado en su extremo superior y muy ensanchado y carnoso en la base, como prolongación del fruto y sin poderse precisar donde empieza uno y otro, recto, implantado derecho o ligeramente oblicuo, cavidad del pedúnculo nula.
Eje abierto, ancho en la parte superior estrechándose hacia el ojo, interior ligeramente lanoso.
Semillas pequeñas, elíptico-redondeadas, con la punta de inserción ancha, color castaño muy oscuro, casi negras.
La pera debe ser recolectada mejor cuando aún esta verde y relativamente dura.