[1][2][7] Este modelo buscó explicar las paradojas de la ornamentación masculina pero a pesar de esto ni los mecanismos, ni los caracteres sexuales secundarios ni las preferencias son restringidos a este sistema: Fisherian runaway se puede aplicar para incluir el carácter biológico y psicológico del dimorfismo sexual como los comportamientos y las exhibiciones expresados por los dos sexos.
[4][5] Ronald Fisher fue, igual que Charles Darwin, fascinado por los mecanismos de la selección sexual.
[3][6] El origen del hombre, publicado por Darwin en 1871[8] provocó interés durante su estreno pero ya por 1880 sus ideas fueron vistas como muy controvertidas.
[1] Fisher, en su libro fundamental de 1930, The Genetical Theory of Natural Selection (La teoría genética de la selección natural),[2] fue el primero en resumir un modelo por lo cual la selección entre los sexos podría dirigirse al dimorfismo sexual de la ornamentación masculina basada en la selección femenina y una preferencia por machos «atractivos» con atributos que por otra parte no verían en parejas masculinas.
Las hembras que seleccionan machos con estas colas en su turno tendrán hijos que más probablemente van a tener colas largas y coloridas y así en sí mismos van a tener más posibilidades de tener éxito en sus relaciones sexuales.
[2] Fisher aludió a esta necesidad de un cimiento genético cuando resumía Fisherian runaway en The Genetical Theory of Natural Selection (1930).
Con el paso del tiempo, este apareamiento genético se refuerza a través de un mecanismo de realimentación positiva que generará hijos más exagerados e hijas con esta preferencia más agudizada que producirán el rasgo con más fuerza en cada generación posterior; se generará, así, la selección runaway por la exageración continúa y de la preferencia por la ornamentación.
[1][2] Fisher observó dos resultados posibles, especialmente cuando los costos de la ornamentación igualan o pesan más que los beneficios reproductivos.
También se corta el proceso entero si los costos asociados con la ornamentación reduzcan el número de descendientes que sobreviven y reproducen, los cuales hacen a su vez que la preferencia y la ornamentación ya sean desventajas.