Esto lleva a que el ministro Colbert autorice su reforma en 1664, que termina 8 años más tarde con la creación de un recinto fortificado exterior.
La obra sería deshecha en 1684 por el célebre ingeniero real el marqués de Vauban que limitaría el fuerte a la estrella de cuatro puntas protegida únicamente por una trinchera y un terreno descubierto.
A partir de ahí va alternando sucesivos periodos de abandono con rearmes en 1793 y 1875 hasta su publicación definitiva en 1934.
Durante la Segunda Guerra Mundial las fuerzas alemanas instalaron en él un búnker perteneciente al Muro atlántico.
Actualmente es propiedad del Comité National des Oeuvres Sociales de l'Administration pénitentiaire (Comité Nacional de Obras Sociales de la Administración Penitenciaria) que se encargó de restaurarlo en los años 80 gracias al trabajo de los presos y que organiza visitas guiadas y trabajos de restauración para voluntarios.