Dicho edificio posteriormente se convertiría en escenario de diversas batallas.
Algo que queda en el tintero para cuando se escriba la historia de Linares es que en el tiempo que estuvo Verger ahí, la incipiente sociedad linarense ardía en chisme y cuento por los amores ilícitos entre María del Valle y Pedro Regalado Gonzales de los Reyes.
Innumerables murmuraciones y chismes se tejieron acerca de ese penoso asunto, que ocupó muchas horas de café en las tertulias del caserío, que culminaron con la construcción del Templo de la Misericordia para acallar conciencias y terminar con el penoso asunto.
El Obispado destaca por sus grandes dimensiones, así como por la solidez y altura de sus muros.
La talla de su fachada principal en estilo barroco y su estípite (columna o pilastra copiramidal invertida) hacen resaltar la grandiosidad de la cúpula que posiblemente fue terminada entre 1853 y 1857.