Estas características permite un creciente turismo en toda la gran región y que tiene como centro urbano a la Ciudad de Santa Fe.
Originalmente pensadas como límite al crecimiento urbano, en la actualidad se han sobrepasado.
En verano a la zona llegan masas de aire tropical cálidas y húmedas con vientos del norte que traen altas temperaturas, mientras que en invierno masas de aire polar producen enfriamientos y heladas.
La ciudad también se ve altamente influenciada por su cercanía a los ríos Paraná y Salado, los cuales influyen no solo en el clima, sino que suelen provocar inundaciones recurrentes en la región.
En abril de 2003, el río Salado provocó 150 mil evacuados al inundar la tercera parte de la ciudad; semejante inundación sólo tenía un precedente en 1905 (Ciclo Húmedo 1870 a 1920), pero en aquel momento fue el río Paraná.