Germán Cueto

Entró a la escuela preparatoria para estudiar Química en 1910, pero los movimientos revolucionarios en México no permitieron que los concluyera, por lo que en 1912 trabajó en diferentes empleos como oficinista,[1]​ aunque no concluyó sus estudios, este paso por la universidad le fue muy útil debido a sus experimentos a lo largo de toda su vida con distintos materiales.

También en ese mismo año conoció a su prima hermana, María Gutiérrez Blanchard quien lo introdujo al arte moderno y de las vanguardias como el cubismo.

En 1922, gracias a política cultural de José Vasconcelos, Cueto firmó la “Declaración social, política y estética” que fue escrita por Siqueiros para el Sindicato de Trabajadores Técnicos, Pintores y Escultores.

[11]​ Cueto se incorporó a la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios fundada en 1934.

[13]​ Más tarde para el ballet Planos-Danza de Revueltas, en 1949 realizó una obra abstracta.

Entre los materiales que empleó se encuentran las planchas metálicas, aluminio, papel, alambre, vidrio, plástico, latón, piedra, hormigón, cable eléctrico y lápiz de color.

[20]​ En 1926 Manuel Maples Arce, líder del movimiento, fue designado juez de primera instancia en Veracruz.

[22]​ En ese entorno surgió el grupo “Cercle et Carré”, fundado por Joaquín Torres García y Michel Seuphor, al que Germán Cueto se adhirió, junto con Kandinsky, Le Corbusier y Mondrian, entre otros.

[24]​ Sin embargo, continuó con la experimentación escultórica y participó en el concurso para el monumento a la Revolución, en el que Carlos Obregón Santacilia resultó ganador.

Su obra tomó nuevos rumbos con los encargos de máscaras para teatro que tuvo en esos años, gracias a su amistad con Silvestre Revueltas.

[25]​ Su obra muestra el profundo interés de Cueto en el arte popular y las técnicas locales, como el uso del cartón y el alambre; a su vez incorpora las influencias internacionales que adquirió durante sus viajes.

El tema elegido por Cueto en este caso, da cuenta de su interés por la cultura prehispánica, los mitos y leyendas populares y la coexistencia de tradiciones estéticas diversas en su creación artística.

[27]​ Forma parte de la visión lúdica que está presente en su obra y comparte con el estridentismo, así como con las vanguardias internacionales.

[29]​ Entre las piezas que sobresalen se encuentra la Máscara de Germán List Arzubide (1925-1926), elaborada en terracota; en ella, la risa y la expresión facial hacen inconfundible al personaje.

En 2024 se presentó una muestra de su obra en el Museo Experimental El Eco curada por Daniel Garza Usabiaga bajo el título Montaje.