Graffiti de Goulston Street

Este graffiti, interpretado en principio como una acusación o un reproche contra los judíos, habría podido provocar tal vez, en esa época, un disturbio o pogromo en la zona donde fue encontrado, y probablemente por dicha razón un jerarca de la Policía Metropolitana de Londres llamado Charles Warren ordenó que se lo borrara del muro lo antes posible, ya que la gente podría pensar que estaba relacionado con el asesinato que acababa de ocurrir.

Con posterioridad y analizado este elemento con más detenimiento, no pudo llegarse a ningún consenso ni sobre el vínculo presumido inicialmente con el asesinato, ni con la interpretación del texto del graffiti, lo que obviamente continuó alimentando las controversias y los debates.

[1]​[2]​[3]​ Cinco de estas muertes son las llamadas "víctimas canónicas", pues son las que con más frecuencia se atribuyen a un único asesino serial, conocido por el mote de Jack el Destripador, y ellas son Mary Ann Nichols, Annie Chapman, Elizabeth Stride, Catherine Eddowes y Mary Jane Kelly.

En proximidad a donde se encontró este fragmento de tela, y sobre un muro, se encontraba un mensaje escrito con tiza blanca, en el cual se leía un mensaje que decía (en inglés) "los judíos no serán culpados por nada".

El jefe de la Policía Metropolitana de Londres, Charles Warren, mandó a borrar este graffiti, por temor a que pudiera provocar una revuelta antisemita.

Facsimil del graffiti de Goulston Street según un informe de la Policía Metropolitana de Londres (documento recibido el 6 de noviembre de 1888 por el Home Office ).