Guerra turco-veneciana (1570-1573)

La capital Nicosia y varias otras localidades cayeron rápidamente ante un ejército otomano considerablemente superior, con lo cual solo Famagusta quedó en manos venecianas.

En 1517, el acuerdo fue renovado por la Sublime Puerta;[6]​[7]​ sin embargo, la ubicación estratégica de la isla en el Mediterráneo oriental, entre el centro neurálgico de Anatolia y las recientemente ganadas provincias del Levante y Egipto, la convirtieron en un objetivo tentador en una futura expansión otomana.

[10]​[11]​ Tras concluir una guerra prolongada con los Habsburgo en 1568, los otomanos estuvieron más libres para tornar su atención hacia Chipre.

[19]​ Las defensas de Chipre, Creta, Corfú y otras posesiones venecianas fueron mejoradas en los años 1560, para lo cual se emplearon los servicios del ingeniero militar Sforza Pallavicini.

[12]​ Su ubicación expuesta y aislada tan lejos de Venecia, rodeada por territorio otomano, la puso “en la boca del lobo”, como escribió un historiador contemporáneo.

[22]​ Para inicios de 1570, las preparaciones otomanas y los avisos enviados por el bailo veneciano en Constantinopla, Marco Antonio Barbaro, habían convencido a la Signoria que la guerra era inminente.

Ya para ese momento, las bajas venecianas (incluyendo la población local) fueron estimadas por contemporáneos en 56 000 muertos o prisioneros.

[33]​ No obstante, los otomanos carecían de una fuerza naval que bloqueara completamente la ciudad desde el mar y los venecianos pudieron reabastecerla e introducir refuerzos.

El Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, al haber firmado recientemente la paz con los otomanos, no se mostraba entusiasta en romperla.

Francia mantenía tradicionalmente relaciones amistosas con los otomanos y hostiles con los españoles, mientras que los polacos estaban preocupados por el Principado de Moscú.

[24]​ No obstante, mientras estaba navegando por el mar Jónico, la flota cristiana combinada se encontró con la flota otomana, comandada por Müezzinzade Ali Paşa, que había anclado en Lepanto (Naupacto), cerca de la entrada del golfo de Corinto.

La situación estratégica fue evaluada gráficamente más tarde por el Gran Vizir otomano al bailo veneciano: «al derrotar a nuestra tropa ustedes han afeitado nuestra barba, pero crecerá de nuevo, pero al conquistar Chipre hemos cortado vuestro brazo y nunca les crecerá otro.»[43]​ El año siguiente, cuando la flota cristiana retomó operaciones, se enfrentó con una armada otomana renovada, bajo el mando de Uluj Alí.

[44]​ Ambas flotas cruzaron y escaramuzaron repetidamente en torno al Peloponeso, pero no hubo un enfrentamiento decisivo.

[45]​ Venecia, deseosa de reducir sus pérdidas y reanudar el comercio con el Imperio otomano, inició negociaciones unilaterales con la Sublime Puerta.

[47]​ Chipre permaneció bajo control otomano hasta 1878, cuando fue cedida al Reino Unido como un protectorado.

La soberanía otomana continuó hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial, cuando la isla fue anexada por Gran Bretaña y se convirtió en una crown colony en 1925.

Sultán Selim II .
Mapa de Nicosia con sus nuevas fortificaciones, realizado en 1597 por el veneciano Giacomo Franco .
La batalla de Lepanto (1571), grabado de Martino Rota .